27 de noviembre de 2010
Vida
Al crecer los espacios por los cuales navegamos en la niñez nos parecen reducidos.
Es como si la vida misma nos fuese comprimiendo, compactando, encerrando.
Es en este mar de redes, encrucijadas e intersecciones donde nos situamos, vivimos y comemos.
Es Donde justamente Hoy. Me encuentro con el nudo en la garganta, una ves más...
El Brillo en los ojos de un muerto.
La Esperanza del que espera sin razón.
Los recuerdos que hieden por la propia vejez de los hechos, circunstancias y contextos.
Y todos aquellos factores que promueven re-marcar aquella Huella Mnémica que hoy re-nace en su máxima expresión, como lo suele hacer, en aquellos momentos menos deseados.
Es que este nudo se ha transformado en una Angustia que no puedo quitar.
El deseo de olvidar, de borrar, de No relacionar todo con todo...
O mejor dicho. De poder Superar. Dejar en el pasado, donde pertenecen, todas aquellas cosas.
Pero solo las arrumbo y luego al abrir, muchas veces, sin querer la puerta...
Caen sobre mi.
No son solo esas, las que me amarran la garganta en este momento, El presente también tiene colores que me cuesta determinar, aminorar y confrontar.
Es el muchas veces querer huir de mi misma, en una suerte de "escapismo" infantilmente inútil que me lleva a querer rasgar la barrera plástica que me recubre.
...
Vuelvo a desaparecer en el torbellino.
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Digamos que la rememoracion de un hecho pasado es la forma que tiene la vida de escupirnos en la cara y decirnos que todavía estamos vivas, que todavía sentimos y sentimos con mucha fuerza... Te quiero monguini y tranqui... las maniobras de escapismo nunca resultan como uno lo planea... y en este tipo de circunstancias lo mejor es vivir hacia adelante. (:
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